Que vivimos en la era de la información y que Internet es la gran ventana al mundo es algo que, evidentemente, no se puede negar. Y si no, para muestra un botón. No es por ello, extraño, comprobar la cantidad de usuarios que se han registrado en estos últimos dos años en páginas como flickr, carbonmade, tumblr, Instagram, blogspot o wordpress (aunque la lista es mucho más larga), sin contar con la red social Facebook, y que encuentran en estas u otras alternativas gratuitas el modo de expresarse mediante la fotografía y de mostrárselo al resto del mundo.
Rosa de Maya, consultora de marketing online, afirma que “estamos en la era de la información y del intercambio de contenidos”. La fotografía en la red, este fenómeno que se está expandiendo a la velocidad de la luz, hace que esta experta reconozca a este medio como “el mejor para darse a conocer, todo el mundo está en la red y solo tienes que saber moverte”.
Además, la red ofrece la oportunidad para mostrar cualquier tipo de proyecto fotográfico, pese a algunas limitaciones. Por ejemplo, Rosa señala el proyecto de Nati Martínez, miembro del blog Caborian, que realizó un proyecto tras pasar un cáncer de mama y que Flickr le censuró por considerarlas pornográficas.
Fotografía de Nati Martínez
Sin embargo, resalta como lo más importante que “podemos hablar de tú a tú con nuestros fotógrafos favoritos a través de twitter y escribir un blog para expresar nuestros pensamientos y nuestras creaciones. Hay sitio para todos y al alcance de cualquiera”.
Tampoco es raro, por tanto, que cada vez sea más común toparse por la red con algún fotógrafo o aficionado que nos guste, emocione o llame la atención, ya que las posibilidades son infinitas. A pesar del ruido que pueden generar estos miles de perfiles en páginas fotográficas en la red, que a veces convierten la labor en la búsqueda de una aguja en un pajar, las posibilidades son tantísimas que no es extraño que pequeños talentos comiencen a hacerse grandes. La emergencia mediante Internet, un fenómeno cada vez más común y que permite descubrir a esos fotógrafos y artistas que, desde algún lugar del mundo, nos están contando su historia a modo de retales fotográficos.
Si viajamos hasta Galicia, por ejemplo, podemos encontrar a Daniel Garzee. Tiene 21 años pero a ni más ni menos que 730 personas “les gusta” su página en Facebook.
Autorretrato de Daniel Garzee
Su trabajo está basado únicamente en fotografía de retratos, en muchos casos proyectos personales. Sin embargo, admite que la red y que se le conozca mediante esta ha facilitado casi todos los trabajos profesionales que ha realizado, como en el ámbito de la moda pero en los que, siempre, intenta mostrar sentimientos. Define su trabajo bajo “una visión muy antropocéntrica, aunque a veces únicamente tenga una función estética o visual”. A pesar de que en su caso comenzó con su cuenta de flick (en la que recibe innumerables visitas y cientos de comentarios en sus fotos), más tarde fue creándose otras, como en Facebook o tumblr (donde muchos usuarios comparten sus fotografías), hasta llegar a su propia página web. Él reconoce que esta vía para darse a conocer es fácil y rápida, además de muy completa ya que “te conectas directamente con cientos de críticos que están en sus casas juzgando lo que subes, y eso enriquece a cualquiera”.
Una de las fotografías de Daniel Garzee
Autorretrato de Marina
Aunque su primer contacto con las redes fue con quince años, momento en el que comenzó a mostrar sus fotografías mediante un perfil en esflog, y su paso por otras páginas, admite que no ha sido hasta ahora cuando se ha tomado “como una norma” mostrar su trabajo en Internet, donde combina su trabajo personal mediante su blog, su porfolio y una web para un trabajo compartido en fotografía social. Admite que Internet es la “vía de difusión más potente por el momento para este tipo de trabajos, lo que no quiere decir que otras vías no sean interesantes, pero desde luego es rápido, es barato y es eficaz”. Además, señala que “al igual que he encontrado a otros autores (no sólo fotógrafos), ellos me han encontrado a mí”.
Una fotografía de Marina
En su blog es común encontrar entradas dedicadas a otros fotógrafos o artistas noveles o poco conocidos, a lo que ella afirma que “quizás es porque me siento más identificada con ellos”. Pero a pesar de su humildad, hace aproximadamente un año que ganó una de las becas del Invernadero. Son muchos los fotógrafos que se mueven por la red y que además se nutren de él para aprender de otros, a lo que ella añade que “el trato directo con otros fotógrafos es muy importante, la mayoría de los autores que nos visitaron en El Invernadero mueven su obra en Internet y están al día con ello, pero el diálogo y el cara a cara son indispensables en el proceso si se tiene la oportunidad”.
Y también sin irnos de Murcia, podemos encontrar a la artista visual Greta Bungle, a la que la toman en numerosas ocasiones por una joven californiana al decir que es de L.A. (Los Alcázares). Comenzó empleando su blog personal (el cual emplea casi a modo de diario) para subir tanto sus fotografías como collages, lo cual la ha llevado, por ejemplo, a verse publicada en revistas y páginas como Amateurs hotel, Ddw Magazine o Papa Issue, y reconoce que “Internet es la ventana que comunica mi mundo con el exterior”. De hecho, como podemos comprobar, no son pocas las colaboraciones y publicaciones que ha realizado.
Autorretrato de Greta Bungle
Y de entre los usos y facultades que puede ofertar Internet a un artista, no podemos olvidarnos de las relaciones sociales. Esta fotógrafa admite que ha conocido y conversado con “artistas geniales y desconocidos que me han felicitado por lo que hago o me han propuesto algún trabajo, exposición, o como la última, participar en un mercadillo de jóvenes creadores”.
Cree que Internet es una gran ventana para que los jóvenes creadores se den a conocer, y para los que como en su caso no disponen casi de otros medios (en futuras entradas trataremos la dificultad del visionado de porfolio personal por parte de un profesional), Internet se convierte en “la mejor forma de mostrarse a pesar de su dificultad, ya que hay mucha gente haciendo cosas muy buenas. Pero que se te valore, se te tenga en cuenta o mencione, siempre es sorprendente y se agradece”.
Un collage y una fotografía de Greta Bungle
Los gatos que cazaban talentos para albergarlos en Marte
Gustavo Alemán es el dueño de Gatos de Marte, junto a su hermana Ángela, una Galería de Arte y tienda de fotografía ubicada en Murcia. Si por algo se caracteriza es, entre otras cosas, por la clase de fotografías que suelen exhibir en ella, que han favorecido a que su imagen se haya empapado de una personalidad propia.
Para Gustavo, la fotografía tiene que tener dos ingredientes básicos para revestir sus paredes: ser capaces de emocionar de manera visceral (al observarlas) y con su contenido, ya que el contenido intelectual y el proceso “son complementos de esa impresión visceral”. Es decir, que al verlas hagan pensar que “me gusta”, y cuando las expliquen pensar que “aún me gusta más”.
A la hora de definir su línea, él afirma que no se puede pretender abarcar todo, ni se puede decir un día una cosa y al día siguiente otra, sino que “tener una galería es como tener un blog, tiene que tener una línea editorial personal”.
Y en plena época de emergencia mediante Internet, no es nada raro que este cazatalentos admita que muchas de las obras que han expuesto las ha encontrado mediante esta vía. Aunque comenzaron buscando por Flickr, la dificultad para saber cuándo alguien realiza algo porque realmente es su modo de crear o cuándo es un imitador de algo que le gusta, les ha hecho apostar de lleno por “gente que tiene trabajos interesantes en la red, aunque sean incipientes”. Por ejemplo, es curioso el caso de Olivia Bee, de 16 años, a la cual expusieron.
Ha traído a su galería obras desde muchos y diversos países del mundo, desde Murcia hasta China, con el objetivo de acercar la fotografía a más público, ya que cree que “el arte debería ser capaz de conmover a todo el mundo”.
El éxito de la chica de los trozos de papel
Francisca Pageo, aunque conocida como Misspaq, es una artista visual reconocida por sus fotografías y collages. La Rusia fría ha sido, entre muchos otros, uno de los lugares donde se han llegado a exponer sus obras, lo que muestra que esta joven que comenzó mostrando sus creaciones mediante su Flickr y su blog (donde combina su trabajo personal con obras que encuentra por la red y que la inspiran), tiene el talento necesario como para triunfar y que Internet, en este caso, sólo ha sido la plataforma necesaria para demostrarlo. Como aval, cualquiera de las 1.056 personas que la siguen (solo) mediante su página en Facebook.
Francisca Pageo, aunque conocida como Misspaq, es una artista visual reconocida por sus fotografías y collages. La Rusia fría ha sido, entre muchos otros, uno de los lugares donde se han llegado a exponer sus obras, lo que muestra que esta joven que comenzó mostrando sus creaciones mediante su Flickr y su blog (donde combina su trabajo personal con obras que encuentra por la red y que la inspiran), tiene el talento necesario como para triunfar y que Internet, en este caso, sólo ha sido la plataforma necesaria para demostrarlo. Como aval, cualquiera de las 1.056 personas que la siguen (solo) mediante su página en Facebook.
Retrato de Francisca Pageo
En su extenso currículum como artista podemos encontrar, por ejemplo, los dos espacios que compartió en Distrito Artístico en Murcia, uno con Blanca Galindo (Wellcome home) y otro con Arantxa Rueda (InSyrup), para los que afirma que Internet ayudó a que asistiera mucho más público y que, gracias a él, obtuvieron trabajos. Reconoce que Internet es “claramente beneficioso” para este tipo de iniciativas, pero que también hace mucho “el boca a boca”.
Fotografía y collage de Misspaq
Ella añade que “un artista sin una plataforma en la red para mostrar su trabajo no es nada cara al público, ya que no sólo es para darse a conocer, sino para estudiar, investigar, trabajar…”.
Además, Internet cuenta con esa doble vía que permite que cualquiera pueda estar conectado con las personas a las que admira. Francisca dice que el hecho de “que la gente me escriba diciendo que ve mis obras en la red para sentirse mejor con ellos mismos, para sosegarse y sentirse en paz, me indican que lo estoy haciendo bien. Me gusta sentirme útil y creo que de eso se encarga mi visión y misión como artista: de embellecer y aclarar tanto en lo personal como estéticamente lo que somos y lo que nos rodea”.
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