Pecker es una película de John Waters donde el protagonista, un joven fotógrafo, se dedica a retratar su entorno familiar y a su vecindario. Como no podíamos esperar menos del Director, tanto la familia como el posterior círculo artístico neoyorquino con el que se relacionará el protagonista está formado por personajes un tanto peculiares: una hermana pequeña hiperactiva enganchada a los dulces, un amigo que siente la necesidad de robar o la fotógrafa Cindy Sherman interpretándose a si misma, entre otros tantos.
La ascensión a la fama de Pecker se produce con unas fotos de los que él considera las personas más normales del mundo, de esa gente de su entorno, que son observados y tratados por galeristas y "entendidos" del mundo artístico como peculiares, extravagantes e incluso ligeramente ridículos. Pero si uno no sabe qué hace cuando se mete con un fotógrafo, con bueno han dado.
La película le da la vuelta a la tortilla, y es que la crítica al arte o, más bien, a los círculos de arte de esta categoría, está presente durante toda ella de un modo bastante gracioso.
Reverencias, Waters.
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