La gran noche de la fotografía murciana



Que la fotografía es un arte que no solo interesa a sus profesionales es algo que cada vez queda más patente gracias a actividades como ésta, en la que el ambiente animado y la cantidad de asistentes fueron algunos de los puntos clave de la noche y donde, por supuesto, la fotografía fue la estrella.

El arranque de la noche se dio con la charla que presentó Mónica Lozano, directora de la asociación Cienojos, en la que bajo la excusa de la emergencia de la fotografía murciana tuvimos ocasión de escuchar la interesantísima ponencia que protagonizaron los chicos del colectivo Omnívore, que arrancan con sus sesiones la semana que viene y donde, moderados por Gustavo Alemán (al que conocemos por la galería Gatos de Marte), pudimos conocer cómo fue el encuentro y el enganche con la fotografía de los fotógrafos que componen el colectivo (con momentos divertidísimos al ver las fotografías que sus protagonistas habían seleccionado para explicarse y sus propias historias), las trabas y soluciones que encuentran a la fotografía y su modo de entenderla y vivirla. Fue, sin ir más lejos, una explicación de qué es la fotografía de autor en primera persona de mano de los fotógrafos que componen junto a Alemán este colectivo: Juanan Requena, Agus Bres, Blanca Galindo, Julián Garnés y Pascual Martínez.

En una sala a reventar (no cabía ni un alfiler) pudimos escuchar afirmaciones de sus protagonistas, que nos acercaron a sus nuevas propuestas y su propio modo de entender la fotografía. Gustavo Alemán defendió que “el arte no es algo que solo pueda emocionar a una élite, sino a cualquiera”, y tras la presentación de los fotógrafos, en la que Agus Bres y Juanan Requena manifestaron que la fotografía es, al fin y al cabo, un modo de vida y la manifestación absoluta de ésta mediante las imágenes (explicando que siempre llevan una cámara encima, o tres o cuatro en el caso de Juanan), pasando a la fotografía de Blanca Galindo, que Gustavo Alemán definió como “cargada de un sentido estético pero no por ello exentas de profundidad, ya que están al servicio de sus propias convicciones”, al modo de emplear la fotografía para investigar sobre su propio entorno (más o menos cercano) de Julián Garnés o hasta la fotografía como un modo de introspección personal, para darle salida a las propias reflexiones y vivencias personales, en el caso de Pascual Martínez, que son algunas de las variantes de los componentes del colectivo.

Hicieron referencia a cuáles serán también sus objetivos con su nueva andadura como colectivo fotográfico y a esta primera sesión, a la que se han presentado diferentes proyectos en formato audiovisual (Alemán explicó la importancia de este medio en un momento en el que la crisis dificulta la producción de obras para su exhibición) y donde bajo el título de crudo han recopilado una serie de trabajos donde la intuición prime ante la razón.

Y tras la charla llegó la fiesta y las proyecciones, donde el público se convirtió en el jurado de los proyectos y en el que resultó ganadora Teresa Martín, con su proyecto Nuestras vecinas. La comunidad islámica en Murcia. El segundo premio se lo disputaron Rafael Hortal (son su trabajo Historia de la plaza de la revolución: 15M) y Raúl González (con su trabajo Kids). También el museo quiso premiar un proyecto, cuya ganadora fue Victoria Cook por Analógicamente atardeciendo y desde Cienojos premiaron a Pepe Cuervo por su Pequeño universo.

En definitiva, una noche cargada de fotografía (¡hasta los pinchos tenían el nombre de los clásicos!) en la que todos los que disfrutan de ella hicieron lo propio.


(Mi crónica sobre la noche de la fotografía murciana para Murcia Visual)

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